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La Costa Brava

La costa brava es el nombre completo atribuido a la zona ribereña española que empieza en Blanes y acaba en la frontera con Francia, en Portbou. Delimita al septentrión con el litoral Vermella y al sud con el litoral del Maresme. Esta veta litoral tiene una extensión de 214 km y se encuentra comprendida por las comarcas catalanas del alto Ampurdán, el bajo Ampurdán y la selva. Se ubica en la Provincia de Gerona, perteneciente a la comunidad Autónoma de Cataluña, en España.

El término «costa brava» fue publicado por el periodista Ferran Agulló en las páginas de la Veu de Catalunya el 12 de septiembre de 1908. Con esta el periodista pretendía detallar el horizonte abrupto y accidentado que caracteriza gran parte de la región costera. «Costa Brava» es, desde tiempo antiquísimo, una locución típica de gente de mar. En los medios marineros se denominaba y lleva por nombre costa brava a toda orilla áspera y escabrosa, de propiedades equivalentes a la orilla de Mallorca pero en la gerundense. El nombre completo a lo mejor no tiene arraigo popular, pero es de ascendencia navegante y, en la costa catalana y en el siglo decimonono, esta es una manera de raíz famoso.

Ya por la década de 1930, los veraneantes llenaban las playas de la zona, pero todavía se mezclaban con pescadores y labradores que desarrollaban cerca de la bahía. A partir de la década de 1950 y 1960 el fenómeno turístico se expandio y ha habido un gran desarrollo urbanístico de algunas localidades de estas regiones. Hasta la llegada de la riqueza del turismo, muchísimas de las ciudades de la región ribereña eran pequeños poblados de pescadores de casas encaladas y angostas calles.

Sus habitantes, sus tradiciones y la hermosura natural de la región reconsideraron el interés de autores y escritores como Marc Chagall, Picasso, Rusiñol o Dalí. Hoy por hoy, el lugar por el momento conserva gran parte de esta esencia que la caracterizaba antes del cambio que supuso la llegada del turismo. La conocida calificación «costa brava» asignada al litoral gerundense fué adoptada internacionalmente en los años de máximo resplandor del fenómeno turístico y se oficializó en 1965.

¿ Es mejor adquirir o alquilar un apartamento ?

Seguro que te has hecho esta consulta en algún momento de tu vida. Y no está claro que una opción sea mejor que la otra, ya que cada una cuenta con sus fortalezas.

Veamos cuáles son:

- Con un apartamento en dominio vas a pagar menos, pues la parte de una hipoteca te sale más asequible, en general, que la renta de un alquiler (y tendrás la posibilidad de olvidar de pagarlas en cuanto liquides la deuda). Además, el apartamento será tuyo y solo tuyo: la vas a poder modificar a tu gusto, pintarla, etc.

- El arrendamiento es más accesible, porque necesitarás menos ahorro para firmar el pacto. También vas a tener más independencia: si el apartamento no te convence, vas a poder irte a otro. Si te fías del saber conocido, “arrendar es tirar el dinero” y “el apartamento es una inversiones”, que se dice. Sin embargo, no todo el mundo se puede permitir un apartamento en posesión. Por si fuera poco, se hallan personas que, por su filosofía o por su estilo de vida, prefieren alquilar un apartamento que comprarlo.

Por lo tanto, podemos afirmar que la elección debes tomarla en función de tu propia circunstancia económica y de tus necesidades.

¿ Qué revisar para entender si es mejor alquilar o adquirir ?

Consideramos que existen tres características básicos que tienes que tener presentes para evaluar si te es conveniente más hacerte con un apartamento o arrendarlo.

Veamos cuáles son:

1. Tu posición económica

El primer aspecto que has de revisar es tu tesitura económica. Es poco probable que logres comprarte un apartamento a tocateja, pues en caso contrario, no te harías la consulta de si es mejor comprar o alquilar (lo verdaderamente probable es que adquirieras directamente). Si no tenéis el dinero bastante para afrontar toda la operación de cuajo, deberás estipular un anticipo hipotecario. En este punto, debes entender que no todo el mundo puede acceder a una hipoteca. Para iniciar, necesitarás un elevado volumen de dinero ahorrado: en torno al 30% del valor económico del apartamento que te interese. Además, todos y cada uno de los bancos te exigirán tener un trabajo estable y un salario que te consienta abonar las cuotas sin dedicar bastante más de un 35% de lo que ganas por mes. Ten presente, también, que un apartamento en pertenencia también está teniendo gastos de mantenimiento que se comerán una parte de tus ganancias: el IBI, los costes de comunidad, las tasas municipales… Todas estas expensas no las tendrás que pagar si te decantas por el arrendamiento. Para arrendar, en cambio, no se exigen tantos requisitos. Deberás tener algo de dinero ahorrado para desembolsar la señal (dos mensualidades, por lo normal) más los honorarios de la inmobiliaria (una cuota del mes), que es mucha menos dinero que el que solicitan los bancos para otorgar una hipoteca. El administrador, ahora bien, no te alquilará su apartamento si no posees un trabajo (algunos admiten personas con contratos temporales) y un sueldo bastante para abonar las rentas.

2. El valor de los apartamentos

El siguiente detalle en el cual debes fijarte es cómo ha podido cambiar el valor económico de los apartamentos en la región donde necesitas establecerse. Nos referimos tanto al valor de los apartamentos y casas en venta como al de los alquileres. En general, no es aconsejable hacerte con si el coste de los bienes inmuebles está en máximos históricos, así como también no es recomendable alquilar en el momento en que el costo de los alquileres se encuentra disparado. En estos tiempos, la tesitura no te propicia en absoluto, pues los costos de venta y de alquileres están disparados en España. Sin embargo, todavía puedes dar con regiones en las que los costos no han podido subir tanto, así como también a propietarios que tienen la posibilidad de sentirse dispuestos a reducir sus precios si lo negocias. Nuestro consejo es que estudies y que converses con expertos del ámbito (con las inmobiliarias, por servirnos de un ejemplo) para hacerte un concepto de qué forma se encuentra el mercado.

3. tu modo de vida

Finalmente, has de revisar tu estilo de vida. Comprar un apartamento, entre otras, es más adecuado si requieres vivir en todas las ocasiones en la misma región y valoras mucho el equilibrio. El arrendamiento, al contrario, te tiene la posibilidad de aproximarse mejor si es que te mudas habitualmente (por tu propio trabajo o por motivos personales) o si no requieres vivir sujeto continuamente al mismo sitio.

¿ Cuándo es mejor la adquisición que el alquileres de un apartamento ?

Tras revisar los previos parámetros, consideramos que adquirir un apartamento te conviene más si te ves reflejado en todos estos aspectos:

Si deseas ser dueño, oséa, si uno de tus fines vitales es tener una casa o un apartamento mismo. Si cumples los requisitos básicos para conseguir una hipoteca: tener ahorros, un trabajo estable y bien remunerado, etc. Si el apartamento que te interesa se vende por un precio ideal y no se a producido una burbuja de precios en la región en la que requieres radicar.

¿ Cuándo vale más la pena alquilar que adquirir?

En cambio, el alquiler puede llegar a ser una mejor opción (o la única factible) si cumples alguno de estos requisitos básicos:

Si no quieres resultar dueño por motivos ideológicos. En esta situación, optar por el arrendamiento de un apartamento será lo verdaderamente congruente. Si no puedes pactar una hipoteca ya que no cuentas con la capacidad o con los ahorros suficientes. Para alquilar un apartamento no te exigirán tantos requisitos básicos ni adelantar tanto dinero. Si te mudas habitualmente por cuestiones domésticas, laborales o de modo de vida. Alquilar te proporcionará la libertad que necesitas para tu apartamento.